Ahora parece que se ha nublado, pero vaya pedazo de fin de semana que ha hecho.
Por fin viene la primavera, el calor, ¡
la luz!. El cambio de hora hace que la vida tenga más sentido. Como si de paneles solares se trataran, cuerpo y mente funcionan mejor así.
Aquí había escrito una cursilada sobre mi preciosa Laura, pero he decidido reservármela para mí.
Ains.