Todo el mundo cree que trabajar de informático es una gilipollez. Llegas, te sientas, trabajas un poco mientras miras porno por internet y, al cabo de unas horas, pa casa.
Puede parecer eso, pero la realidad es bien distinta. La informática es una profesión de riesgo.
En muchas películas se ha visto: trabajar con ordenadores es jodido. Cada vez que toman conciencia de si mismos se despiertan de muy mala hostia, hollywood nos lo ha enseñado en largometrajes como Terminator, por ejemplo.
Es en esos momentos cuando agradeces estar en plena forma. Un buen estado físico puede marcar la diferencia entre tú y la máquina, entre la esclavitud (en el mejor caso) y la victoria ante el enemigo digital. Para eso los informáticos nos sometemos a exigentes pruebas físicas.
Ayer nos toco a los de la empresa.
No voy a entrar en detalles, baste decir que fueron duras.
El caso es que iba a contar lo que me pasó cuando me intentaron sacar sangre (de ahí el título del post), pero con toda la gilipollez de mierda que he largado se me ha cortado el rollo.
Naaah, paso de escribir.
Un día de estos abandono el blog.
Otra vez.
