Sobre la 1 y media de la noche notas como tu consciencia se abre paso entre frágiles capas de sueño.
Abres los ojos.
Bah, no es nada, en seguida me duermo...
Al cabo de 20 minutos te dices que igual no, y pones la radio flojita, para no molestar. Y pasa el tiempo y te pones a pensar.
¿Qué calor no? Ofú... me duele to.
Escuchas las noticias de las 2 y sigues dando vueltas intentando no moverte mucho ni muy bruscamente para no despertar a tu pareja. Nada sirve.
Escuchas las noticias de las 3. Dios, mañana tengo que trabajar temprano.
La culpa ha sido del puto café que me tomé a las 6 de la tarde. Es la última vez que me tomo uno al volver de trabajar.
Siempre me pasa lo mismo.
Pasa el tiempo y notas que empieza a entrar aire fresco por la ventana, ¡al fin!. Vuelves a ir relajándote poco a poco. Intentas mantenerte inmóvil con los ojos cerrados para ver si esta vez... bajo los párpados los ojos se te quedan en blanco y sonríes mentalmente, ahora sí vas ganando.
Al final no sé si llegué a oir las noticias de las 4.