viernes, 12 de enero de 2007

Seguridad vial

Ya llevo casi un mes con la moto. Ya tengo algunas experiencias buenas y otras no tanto.

De lo primero que te das cuenta es que, al igual que con la bici, en la moto no se te respeta una mierda. Es exactamente igual... tienes tu que ir pendiente de que nadie se te lleve por delante, especialmente en las rotondas, la jodida selva.

Después está el frío. ¡Qué putada!. He tenido mala suerte y me he sacado el carnet en pleno invierno y, como uso la moto para ir a trabajar, cuando cojo la moto a las 8-9 de la mañana o a las 5-6 de la tarde, pues como que hace bastante rasca... aunque esté en Málaga.

Lo bueno es cuando la llevas de día, puedes ver el paisaje, el sol te calienta (algo) y circulas por cualquier sitio que no esté atascado y no sea autovía. La autovía es lo peor para la moto, un coñazo, sobre todo ahora que todavía estoy con el rodaje y es invierno.

El caso es que no sé cómo, he dado un unos blogs que me parecen muy buenos. Hablan de seguridad vial y dan consejos y opiniones sobre el tema.

Tenemos el blog de Javier Costas, que es el que me ha llevado al otro. Me lo estoy leyendo de cabo a rabo. También os recomiendo el de Curvas Rectas. Buenísimo.

Os recomiendo que os lo leáis. Son para dedicarles tiempo y leerlos enteros (si hay cojones) porque lo que dicen es muy interesante y son gente con un gran sentido común.

Personalmente querría responder a Josep Camós, de Curvas Rectas, en el artículo titulado "Nos vendieron la moto".

Mi experiencia, y la tengo fresquita, ya te digo, me saqué el carnet A hace un mes y pico.
Lo decidí todo el 17 de octubre y el 29 de noviembre ya lo tenía. Un mes y medio he tardado en hacerlo todo, autoescuela, teórico, prácticas y práctico.

Una cosa te aseguro. A pesar de haber estado en una autoescuela y haber hecho los dos exámenes, te juro que no tenía ni puta idea de conducir una moto.
Te explico.

En mi vida me habré subido tres veces en moto. Y no quiero decir que me he subido en tres motos, no, tres veces me habré subido en una moto, y de paquete, claro.
Llego a la autoescuela a practicar y me ponen una honda 250cc y me dicen, hala, a hacer el circuito. Tío, no tenía ni puta idea. No podía despegar los pies del suelo de miedo que tenía, ¡cómo pesaba la cabrona!.
Al final sólo di 4 clases prácticas y aprobé el examen a la primera. Pero no sabía nada de conducir... la velocidad máxima que había alcanzado en toda mi vida eran 30km/h y con tanto miedo que llevaba los nudillos blancos. Eso sí, podía esquivar cualquier cono que me colocases en la carretera.
Al tener el carnet de coche desde hace varios años, no tuve que circular por calles ni nada.

¿Y estaba preparado? Un mojón.

No quiero contarte el miedo que pasé cuando recogí mi Intruder en el concesionario. Tener que ponerme a circular por el centro de Málaga sin tener ni puta idea de llevarla...

En tu artículo dices...
Dicen que el perfil del nuevo motard de vía estrecha es el de un señor (no es cosa de mujeres, estadísticamente hablando) de entre 30 y 45 años que, desde luego, no ha pasado ninguna prueba práctica ni en circuito cerrado ni en calles abiertas al tráfico porque la Ley no lo exige. Y como la Ley no lo exige, dudo que nadie haya asistido a alguna clase sobre el manejo de este tipo de vehículos. Total, la Ley dice que con la experiencia del coche ya es suficiente. ¿O no?


Pues yo te digo una cosa, las clases y el examen tampoco valen para un mojón.