miércoles, 25 de enero de 2006

Laura y la televisión

Impresionante...
Por si no os habéis coscado, Laura es pelirrojilla... por aquí dicen que los pelirrojos tienen muy mala leche. Yo sólo conozco a una, la propia Laura, y puedo afirmarlo también.
La verdad es que se pilla cabreos por nada y llora bastante. El tema es que mi horario en casa coincide con su horario de máximo llanto, la tarde-noche. Por lo visto es algo normal, los niños al final del día se ponen penosos.


Pos a lo que iba... parece que Laura es incansable, campeona del mundo en llorar a gritos... a no ser que la pongas delante de la tele. Se queda embobada.
Le puedes estar dando el pecho o el biberón, que ella intentará girar (y normalmente lo consigue) la cabeza para poder ver cualquier cosa que estén echando.

Supongo que ha pasado a la siguiente fase. Hasta hace poco se contentaba con mirar a cualquier luz que hubiese encendida en los alrededores, ahora necesita que la luz se mueva.

Lo que no puede ser es que dejemos a la niña delante de la tele todo el día... ¿qué clase de educación iba a recibir?. Eso sí que no puede ser... aunque yo he crecido así (hasta que empecé con los ordenadores, claro).
Así he salido.

Nos tendremos que inventar algo más sano para mantenerla entretenida...